El mito de los hipopresivos

¿A qué parece que está chupao?
La primera vez que oí hablar de los hipopresivos fue a través de una de mis alumnas de yoga. Había sido madre y me contó las bondades del sistema. Unos abdominales que ejercitan los músculos que rodean la pelvis y el diafragma de una manera menos agresiva que los abdominales de toda la vida ya que se hacen en apnea y por ello con poca presión sobre los órganos internos. Sonaba fantástico.

Mi curiosidad innata hizo que nada más llegar a casa googeleara el palabrejo. Descubrí que es un sistema de fisioterapia obstétrica ideado a finales de los 80 por el doctor Marcel Caufriez.

Básicamente consiste en hundir el abdomen y elevar el diafragma con los pulmones vacíos en diferentes posturas: de pie, a cuatro patas, de rodillas, tumbados boca arriba… Los ejercicios se realizan basándose en tres pilares básicos: 

  • auto-elongación de la espalda
  • inclinación del eje corporal, es decir, échate palante
  • “decoaptación” o separación de las escápulas 

Una vez que pillas la pose de luchador de sumo, muy incómoda al principio, tendrás que exhalar, quedarte en apnea y abrir las costillas en varias posturas estáticas o dinámicas. Tras la clase te aseguran que tendrás la sensación de haber corrido un maratón. Supongo que será porque notarás que te falta el aire ya que las sesiones son entre 30-45 minutos.

Son mucho los beneficios atribuidos a los abdominales hipopresivos: 
  • cinturita de avispa
  • ayudan a mejorar la postura
  • trabajan el abdomen en su totalidad
  • te ayudan a recuperarte más rápidamente del parto
  • mejoran la actividad sexual (¿quién no va a querer esto?)
  • reducen los dolores menstruales
  • previenen los problemas de incontinencia urinaria
  • mejoran el tono del suelo pélvico
¿Estás seguro que esto es bueno para tu cuerpo?
A mí que me lo expliquen

Y sobre todo, lo mejor, es que no dan problemas de espalda. Aunque  los hagas mal no dañas ninguna otra parte, al  contrario de los abdominales tradicionales en que puedes tensar el cuello, forzar las lumbares y hasta atrofiar la musculatura de la zona pélvica.
Por otro lado,  tampoco sobran detractores que dicen no notar ningún efecto. Además, están completamente desaconsejados:
  • para la gente con la tensión alta salvo prescripción médica.
  • si en los dos últimos años se ha padecido algún tipo de cáncer ya que la apnea provoca hipoxia celular, es decir, no les llega suficiente oxígeno a las pobrecitas células y ¡tienes riesgo de una recaída!
  • durante el embarazo
Uddiyana Bandha no es tan glamurosa.
¿Son de lycra esos shorts?

A medida que iba leyendo sobre el tema, dibujé una sonrisa en mi rostro. Dejé a un lado mi ordenador y me fui a mis viejos apuntes de yoga, aquellos de mi primer curso de monitor. Allí estaba: Uddiyana Bandha. Uno de los ejercicios de respiración que mi queridomaster, Stephen Thomas, nos hacía hacer a la inhumana hora de las 5:30 a.m. Nunca me ha gustado madrugar así que acabé aborreciendo especialmente este ejercicio hasta borrarlo selectivamente de mi mente. Estaba primorosamente explicado en mis notas así que me puse manos a la obra. Me subí la camiseta y enfrente del espejo (en ayunas porque sino lo más seguro es que vomites) intenté reproducir el ejercicio. Parece fácil pero no lo es. Además cuanto más musculado tienes el abdomen más difícil es dejar blando el abdomen cuando exhalas. Por eso estos abdominales son más fáciles para mi hermana que para mí. La última vez que la invite a una de mis clases de yoga me dijo que ella sólo iba a mirar. 

El resultado no es inmediato ni espectacular pero después de varias repeticiones, no muchas porque me agoté, efectivamente sientes que masajeas todos los órganos internos y estimulas el movimiento peristáltico del colón. De hecho, en yoga no se describe esta práctica como ejercicio abdominal sino como una kriya (una limpieza del cuerpo para alcanzar lo divino) No te lleves a error. El quedarte sin aire puede darte una sensación de colocón pero no es ese el efecto buscado.


Al acabar mi mini sesión de ejercicios volví a esbozar otra sonrisa en mi rostro. Los
 hipopresivos no son más que  una versión actualizada de un ejercicio que los yoguis llevan practicando y compartiendo milenios. Eso sí una versión mucho más vendible. Ya sólo el nombre impacta: Hipopresivos. Suena muy científico mientras que Uddiyana Bandha recuerda más a una ciudad perdida en algún país asiático. De ahí mi sonrisa. No creo que esté todo inventado pero casi. La originalidad muchas veces no está en el producto sino en cómo se venda.


Personalmente, ya sean los abdominales
 hipopresivos, los isométricos, los tradicionales o los abdominales que se practican en el yoga, que los hay, si están bien hechos, es decir, practicados de forma segura, se complementan, no se excluyen. Lo importante es saber qué necesitas en cada momento de tu vida y para ello debes ayudarte de un profesional en la materia que te guíe.


He vuelto a practicar Uddiyana bandha (no a las 5:30 de la madrugada) y a integrarlo en mis clases. Y vuelvo una vez más a sonreír, esta vez de agradecimiento, al maestro que me los enseñó.

¿Eres de los que odias hacer abdominales tradicionales? ¿Te gustaría probar esta técnica versión yoga o versión sofisticada? Tell me more, tell me more!

6 comentarios en “El mito de los hipopresivos”

  1. Muy interesante, había oído algo de los hipopresivos pero ahora me queda mucho mas claro!
    Pues ya no mas abdominales de los tradicionales!
    Gracias por la info!

  2. Uuuuuuyyyy, yo sí he tenido náuseas con ellos. Sin embargo, cuando los he hecho en ayuno, son muy buenos para la colitis. Aún así creo que me ha faltado practicarlos más….

  3. Hola, no sé como interpretar esto: si en los dos últimos años se ha padecido algún tipo de cáncer ya que la apnea provoca hipoxia celular, es decir, no les llega suficiente oxígeno a las pobrecitas células y ¡tienes riesgo de una recaída!

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