La meditación, una experiencia personal

Considero que al hablar de meditación se debe ser cuidadoso de definir de manera absoluta y universal lo que es y las motivaciones que llevan a practicarla. A mi parecer, al hacerlo se rebasaría la intención de introducir al que se acerca a ella a una panorámica general que le pudiera ayudar a entender más su interés inicial por conocerla y practicarla y, por el contrario, se le podría influir sobre qué esperar o no esperar de ella. 

Con ello no quiero decir que no existan técnicas de meditación que pueden ser enseñadas –incluso puede ser que tú ya conozcas algunas o que estés en la búsqueda de aprender a meditar-, o que no sean válidas las definiciones en libros o artículos sobre lo que es meditar y sus posibles beneficios, sino que cuando nos proponemos meditar y empezamos a hacerlo, nuestra experiencia puede parecerse a la de otros en ciertos aspectos, pero también puede diferir. 
Recuerdo que en una ocasión, en una sesión del Encuentro deYoga de la Ciudad de México, una maestra neoyorquina muy celebre -cuyo nombre no revelaré- dio una introducción sobre qué era meditación y por qué se debería de meditar. Esta maestra nos decía que la única manera de que nuestra meditación fuera productiva era recluyéndonos en algún lugar por varios días hasta encontrar la iluminación

Enlightenment by justinbonnet
Fuente: justinbonnet.deviantart.com/art/Enlightenment-111531956 
No dudo que algunas personas deseen legítimamente y de acuerdo a sus creencias o convicciones buscar lo que se considera como «iluminación», pero ¿qué pasaría con alguien que desea simplemente, digamos, tranquilidad y foco? Tal vez, podría sentirse desmotivado o desmotivada. Y si se trata de una persona que, como yo o posiblemente tú, por sus condiciones de vida o intereses no pueda o no desee recluirse para meditar, sino que necesita algo que se ajuste a su día a día, junto con su trabajo, su familia y otras cosas mundanas. Entonces, tampoco le serviría esta apreciación de esta maestra que te hablo.

Esto es importante, porque en realidad no existe algo como meditar bien” o meditar mal”, y lo que puede ser productivo para ti puede no serlo para alguien más. Es decir, y con esto me gustaría iniciar este ciclo de posts sobre meditación, la experiencia de meditar es totalmente personal. Y como personal e individual que es, no existe una meditación mejor que otra, ni competencia como tal. Lo que tú experimentes, reconozcas o encuentres en tu meditación no será igual a la de otros. Así que, en esta búsqueda que ya iniciaste o estás a punto de iniciar, y en donde encontrarás cualquier tipo de material sobre el tema, no te dejes llevar sobre comentarios de lo que deberías esperar de una «buena» meditación. Mi consejo es que explores, vivas y pruebes y encontrarás lo que es mejor para ti, ya sea atención, claridad, tranquilidad, etcétera.

Fuente: www.meditaya.com 

Dicho lo anterior, te preguntaras entonces cómo podría definir lo que es meditar a grandes rasgos. Bueno, puede que tú ya hayas practicado Yoga. Si es así, recordarás cuando tu maestro o maestra te pidió enfocarte en tu respiración. Después te pidió que observaras las sensaciones en tu cuerpo, mientras seguías atendiendo el inhalar y el exhalar. Y conforme tu práctica se hacía más profunda parecía como si tus sentidos vieran hacia adentro de ti. Muy bien. Pues estabas meditando.

Quedémonos pues con esta imagen. ¡Hasta la próxima!

2 comentarios en “La meditación, una experiencia personal”

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Gladys. Cualquier momento puede ser bueno para meditar, yo práctico varias técnicas y no puedo decir que una sea mejor que otra, incluso cuando me pongo las zapatillas y salgo a correr medito.

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